Carlos Gershenson
Platón en sus diálogos dice que un hombre debe buscar lo bueno, lo bello, lo justo, lo virtuoso, etc. Pero en los diálogos donde trata de definir cada uno de estos, podemos ver que no llega a una conclusión "satisfactoria". Tal vez podría haber hecho como Newton, que no define espacio, tiempo y movimiento "por ser bien conocidos de todos"[1].
Pero está claro que las cosas más abstractas, son las más difíciles de definir [2]. Uno maneja un automóvil sin saber cómo funciona el motor. Uno usa una computadora sin necesidad de saber algo de electrónica. De manera similar, podemos pensar sin saber qué es la mente, amar sin saber qué es el amor, y vivir sin saber qué es la vida. Y los conceptos que Platón trata de definir son bastante abstractos. Más que una definición formal, de diccionario, cosa que parece casi imposible, Platón esboza una idea de lo que podría abarcar cada concepto, y en la forma que están estructurados los diálogos, deja ver claramente la dificultad de esta tarea.
En la filosofía, y en el lenguaje, es de extrema importancia tener conceptos claros. Y aunque cada quién al creer hablar de la misma cosa (digamos, de lo bello), anda pensando cosas distintas. Pero estos conceptos lo suficientemente flexibles como para que se identifiquen con ellos ideas muy distintas en sí. En este aspecto, podría decirse que una de las tareas de la filosofía es una unificación del pensamiento. Esto es, eliminar los equívocos de la filosofía. Que cuando uno diga que algo es "bello", todos sepan perfectamente a que se refiere (aunque tengan distintos conceptos de "bello"). Esta gran tarea iniciada por Platón ha marcado la dirección de gran parte del camino de la filosofía hasta nuestros días, y probablemente lo seguirá haciendo muchos siglos más.
Referencias